LA HISTORIA.
La devoción a la Lledonera fuera de su santuario en Castellón de la Plana, tiene en San Joan de Penyagolosa uno de sus puntos de referencia.
Arranca en 1959 la entronización en el Pico más alto de la Comunitat Valenciana de una imagen, siendo el centro excursionista el promotor de la iniciativa Mariana.
El deterioro de la imagen original obligó a su sustitución en el año 1974 por parte de la citada organización. La Cofradía contribuyó económicamente en la adquisición de esta nueva imagen, que permaneció hasta el año 1997 en que de nuevo se hizo necesaria una restauración de la misma; en agosto del año siguiente y coincidiendo con la celebración de la fiesta en honor de la Virgen se devolvió a su tradicional ubicación la imagen en perfectas condiciones.
La Junta de Gobierno de la Real Cofradía decidió sustituir la imagen existente en el pico por otra de bronce en octubre del pasado año 2009, persiguiendo por una parte el renovar la existente muy deteriorada y por otra el venerar una imagen con la calidad y la tipología que el entorno natural aconseja.
En 1984 la celebración de la fiesta de la Virgen en el Santuario de San Joan se recuerda por la bendición e incorporación de una imagen tallada en madera ofrecida por la Real Cofradía y que supuso la consolidación de la celebración anual de la fiesta. Esta imagen es la que se utiliza para la vespertina procesión por los alrededores del santuario.
Reseñar que los avatares sociales han hecho que la fiesta en honor de nuestra Patrona desde su inicio haya tenido notables altibajos. Durante algunos años se perdió la celebración, y cuando se recuperó las fechas de celebración han sido varias dentro del mes agosto, institucionalizándose en la última etapa que lo sea el primer domingo del citado mes estival.
El Pobrecito Hablador.
LA FIESTA.
Llegado el mes de agosto y con él el inicio del descanso estival, quedará señalado en la pequeña Historia de la Cofradía, como aquél en que se anunció la designación como nuevo Prior de la Basílica de la Mare de Déu de Lledó, por parte del Ilustrísimo Señor Obispo, a Mosén Josep Miquel Francés i Camús.
Tal evento, de singular importancia para la vida de la Real Cofradía y para la custodia de la devoción a nuestra Patrona, coincidió con la peregrinación que con carácter anual, todos los inicios de agosto, efectúa la Junta de Gobierno al Santuario de San Juan de Penyagolosa, situado a los pies del Monte del mismo nombre.
Un nutrido grupo de Camareras y miembros de la Junta de Gobierno, encabezados por el Presidente don Joaquín Borrás, y por la Presidenta de las Camareras, doña Ana Valls, junto con la presencia del Perot don Salvador Renau, iniciaron la ruta hacia el Monte Penyagolosa desde Castellón.
A fin de reunir fuerzas y compartir un rato de solaz convivencia, el grupo recaló en el precioso enclave de la Font del Aforí,en donde rodeados de una frondosa arboleda al lado de la Font, tuvo lugar un copioso almuerzo de hermandad entre los componentes del Grupo. Tras degustar las viandas traídas al efecto, la comitiva entera arribó a los pies del Monte Penyagolosa, iniciando el ascenso a la cumbre.
Una vez alcanzada la cima y en el punto geográfico más alto de toda la Comunitat, aconteció una singular celebración eucarística, presidida por Mosén Josep Miquel Francés, en el transcurso de la cual, anunció su nombramiento como nuevo Prior de la Basílica. Finalizada la Eucaristía, se celebró un devoto homenaje a la imagen de la Mareta allí existente, con entrega de un ramo de flores a los pies de la Lledonera y el canto de la Salve.
Concluido el emotivo acto en uno de los enclaves naturales con mayor belleza de nuestras tierras, comenzó el descenso por la ladera del Monte, arribando al Santuario de Sant Joan.
Peregrinos y acompañantes, reunidos en una Comida de Hermandad, participaron con posterioridad en la Santa Misa, celebrada por el nuevo Prior, en el interior de la Capilla de Sant Joan y en la Procesión que portó la imagen de la Patrona, ubicada en la Capilla del Santuario. La imagen de la Lledonera, transportada sobre un anda en grupos rotatorios de cuatro mujeres, dio la vuelta a todo el recinto acompañada por la Colla de Dolçainers i Tabaleters de Castelló, siendo aplaudida por el numeroso público allí presente.
Finalizados todos los actos, la comitiva de la Cofradía y sus acompañantes, emprendieron viaje de regreso a la capital de la Plana.
Rafael Cerdá.